domingo, 22 de junio de 2008

LA RESPONSABILIDAD DE TODOS LOS DÍAS...




RESPONSABILIDAD SOCIAL Y EL MEDIO AMBIENTE



El nuevo paradigma de las Relaciones Públicas sienta sus bases en la responsabilidad de la empresa con la sociedad. Dentro de este concepto, que encierra complejos lineamientos, las instituciones hacen foco en la sensibilidad ambiental y en los cambios climáticos.

Por María Celeste Camerano

De empresas productoras a instituciones emisoras…

Dentro de esta sociedad globalizada y cambiante, emerge la responsabilidad social empresaria, la cual engloba un concepto muy discutido en nuestros días: la responsabilidad de las empresas hacia el medio ambiente. A partir de ello, muchos teóricos y profesionales se cuestionan el objetivo real de su implementación; ¿es una tendencia o una moda? A mi entender y parecer, es una tendencia que viene para quedarse… Las empresas productoras se convierten en instituciones emisoras; es decir, ya no son sólo actores económicos sino también sociales; son ciudadanos corporativos y tal es su vocación que ven la necesidad de contribuir a la comunidad a la cual pertenecen y aportar soluciones viables a través de programas y acciones eficientes.
Por cierto, los relacionistas públicos nos vemos inmersos dentro de esta cuestión y nuestro papel consiste en respetar y trabajar dentro de estos parámetros. Nuestra responsabilidad, como intermediarios, es reflexionar y construir una sociedad mejor. De esa forma, las empresas podrán seguir funcionando correctamente. Sólo se trata de entender y aceptar al otro (altruismo pragmático), es decir, establecer puntos en común entre una organización y la sociedad en la que está inmersa.
El medio ambiente, el cambio climático y el desarrollo sustentable constituyen, actualmente, la lógica de acción por parte de las instituciones. La complejidad del mundo actual y la limitación de los recursos naturales condicionan el funcionamiento de los agentes políticos, sociales y económicos. En definitiva, una “sociedad saludable”, conducida a través de la ética, genera un mercado sólido.

Eco – oficinas, un edificio sostenible…

Miles de instituciones hacen uso de la responsabilidad social. Si investigamos y observamos cuál es la cuestión a tratar, nos encontramos con la difícil tarea que desde las Relaciones Públicas debemos afrontar: el cuidado del medio ambiente. Existen cantidades de proyectos e ideas originales en torno a la viabilidad medioambiental, la tendencia a lo natural y tradicional… Tal es el caso, por ejemplo, de la agencia española de Relaciones Públicas y Comunicación Best Relations, la cual desarrolla prácticas sustentables y responsables en relación a la ecología. El objetivo es incrementar la conciencia ambiental, transmitiendo conocimientos y aptitudes necesarias para que el desarrollo de sus actividades se logre generando el menor impacto posible en el medio ambiente. Su estrategia visionaria incluye las bio-instalaciones, el reciclaje y el desarrollo personal de sus recursos humanos, entre otros aspectos. Es decir, ha asumido el compromiso de proceder con responsabilidad, fomentando la creación de proyectos tendientes a crear consciencia socio-ambiental y, consecuentemente, aportar a la mejora de la calidad de vida de la comunidad en su conjunto[1]. Dentro de este contexto, las instituciones actúan como componentes claves para el desarrollo social; el eje central es la continuidad de las acciones positivas.

Sin fronteras; aportemos un granito de arena…

Existen cantidades de proyectos e iniciativas similares, no sólo en Europa sino también en el resto del mundo. Por ende, es primordial imitar acciones que nos favorezcan, tal es el ejemplo explicitado. No se puede negar que la diferencia está en la estructura social, es decir, en los valores sociales predominantes, en la educación. El medio ambiente es nuestro lugar de refugio y como tal es necesario que nos comprometamos de manera individual y social.
Nuestro país cuenta con personas cualificadas y comprometidas con los trabajos sustentables. Es más, una de las características que poseemos los argentinos es la potencialidad con la que creamos y solucionamos ciertas cuestiones, siendo que no contamos con el mismo presupuesto que los demás países. Para nosotros, todo resulta más difícil. Sin embargo, con poco solemos hacer mucho. Un claro ejemplo, y que tuve la oportunidad de presenciar, son los estudios de arquitectura basados en la construcción natural y en alternativas sustentables y regenerativas, ubicados en Capilla del Monte, Córdoba, cuyo objetivo son las eco-aldeas. Quizá un retorno a lo primitivo o una relación armónica entre cultura-naturaleza
[2]. Por tal motivo, puedo afirmar que ya formamos parte del nuevo paradigma y que cada vez aumenta más su importancia y visibilidad.
Sin embargo, ¿las acciones de las instituciones son un reflejo de lo que somos como sociedad? Consiste en un cambio de mentalidad, una revolución del pensamiento, un camino que debemos construir entre todos. Es más que la suma de las partes, es una transformación integradora y paternalista… El capital social permite construir una sociedad centrada en la calidad. Es decir, “A problemas globales, dar soluciones locales”
[3].


Referencias...

[1]Para mayor información cfr. http://construible.es/noticiasDetalle.aspx?id=2902&c=6&idm=10&pat=10

[3] RIVERA DE LA FUENTE, Vanessa A. “Relaciones Públicas y medio ambiente” en http://www.rrppnet.com.ar/relacionespublicasymedioambiente.htm

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