lunes, 19 de mayo de 2008

LOCKOUT, RETENCIONES Y COMUNICACIÓN

Por Eugenio Giani


Todo empezó…

El 11 de marzo de 2008 por el anuncio de las retenciones móviles sobre la actividad agropecuaria. Estas retenciones móviles son de un 44% como piso y de allí varían según el precio internacional del producto.
Este conflicto evolucionó y derivó en el cacerolazo del 24 de marzo, en plaza de Mayo y en el lockout de las entidades agrarias. Tal fue la escalada del conflicto que el malestar creado entre el gobierno y el campo derivó en la renuncia del ministro de economía (Martín Lousteau) el 25 de abril. Debido a este hecho en particular y a la prolongación en el tiempo del conflicto, el mismo ya se ha transformado en una crisis. A su vez, también se habla de crisis ya que la presidente ha visto mermada su imagen positiva (ha perdido poder) debido a la crisis con el sector agropecuario.

Los actores…

En esta crisis entran en juego distintos actores:
  1. El agro: que comprende tanto a entidades del campo, productores, federaciones agrarias y a la Confederación Rural Argentina; los nombres propios de estos actores son el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA); Mario Llambías, de la Sociedad Rural Argentino (SRA); Luciano Miguens del Coninagro; Fernando Gioino de la Federación Agraria Argentina (FAA); Eduardo Buzzi y Alfredo De Angelis por la Federación Agraria en Entre Ríos;
  2. Gobierno: la presidente Cristina Fernández de Kirchner, junto con sus grupos de choque comandados por Luís D’Elia;
  3. Camioneros: son quienes se ven perjudicados por la crisis;
  4. Sociedad: es la perjudicada por el desabastecimiento que trae consigo la crisis.

Si de estrategias se trata…


En el desarrollo de esta problemática se han llevado adelante estrategias comunicativas, utilizadas por los actores principales (gobierno y campo), sustentadas en estrategias ofensivas y defensivas, siendo las primeras las más utilizadas por el gobierno que acusó al campo de ser el culpable de la inflación, de la quema de pastizales, del humo, de accidentes en las rutas.

“Es cierto que existen subas de precios, pero son causa del lock out patronal del mes pasado y de la puja distributiva."
Cristina Fernandez de Kirchner


Las respuestas del campo a estas tácticas de comunicación se basaron en desmentir (estrategia defensiva) las acusaciones recibidas.

“Realizamos una campaña de esclarecimiento distribuyendo volantes en la calle. Tenemos como objetivo fundamental desenmascarar las acusaciones que nos propicia el Gobierno y acercarles a los ciudadanos el motivo de la inflación que estamos viviendo. Vamos a empapelar toda la Capital Federal con los precios y, por lo menos, van a tener que dejar de mentir con lo de la inflación. Nosotros queremos de esta manera parar esa ofensiva de que somos los causantes de todos los males del país, ellos necesitaban un enemigo para disimular los defectos de la secretaria de Medio Ambiente de la Nación, de la concesión de peajes y el aumento de los precios. Basta de verso.”
Eduardo Buzzi


Por otro lado, es destacable la falta de coherencia en el discurso del gobierno. Los mensajes emitidos fueron, son y serán contradictorios, no veraces. Esto facilita, sin lugar a duda, legitimar el discurso del campo.

“El sector agropecuario es pesimista sobre la posibilidad de un acuerdo con la administración nacional por varias razones: primero, porque a pesar de lo anunciado oficialmente el domingo, no fueron reabiertas las exportaciones de carne, cerradas desde marzo; luego, porque tampoco se está cumpliendo la promesa de habilitar las ventas externas de trigo y, finalmente, porque la presidenta Cristina de Kirchner volvió a responsabilizar al agro por el aumento de los precios.”
La Nación


Es así que el campo ha logrado mayor credibilidad en sus discursos sumando adeptos a los intereses que se promueven. Desde ese sector, también destacaron que el conflicto, derivado en crisis, no es más que consecuencia de la incapacidad de diálogo, de la soberbia y hegemonía de poder que desea el gobierno.
Un elemento clave en el desarrollo de la crisis es la unidad de las entidades del agro. Esta unidad transformó la protesta en un conflicto nacional de características inéditas en la historia argentina y es el arma que dispara legitimidad. Es esta legitimidad la que posibilitará que el campo sea parte inescindible de la Argentina que viene. La “viveza criolla” existe.

Yo me hago cargo…

El campo reconoció como un error el corte de rutas, el desabastecimiento y, por ello, se disculpó ante la sociedad. A partir de allí, integró a la sociedad en sus mensajes. Se habló del pueblo unido, de que los gobernantes no se preocupan por la sociedad, de que la sociedad reconoció la importancia del campo como patria.
Estas estrategias comunicacionales del sector agrario, dejaron dos grandes éxitos:
el cacerolazo del 25 de marzo, con el que recogieron un masivo apoyo en las grandes ciudades;
la instalación mediática de sus reivindicaciones.


Te la dejo picando…

La problemática campo vs. gobierno no tiene, aún, un horizonte de resolución. No sólo eso, sino que los perjudicados van en aumento y los perjuicios se extienden en el marco temporal (se prevé la falta de trigo y maíz para la próxima cosecha –que no se realizará por ahora-, esto producirá la necesidad de importar estas materias; el desarrollo de los biocombustibles se ha estancado; el malestar social crece).
Si cada uno mantiene su postura de llevar agua para el molino propio no habrá solución. Deben reconocer el perjuicio que están provocando y tendrán que ceder para facilitar la resolución.

Un gobierno sin diálogo es un gobierno destinado al fracaso.

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